5 de septiembre de 2007

Desarrollo del escuchar y lenguaje oral :¿Qué podemos hacer como profesores?


Como profesores en formación, se nos insta a “saber escuchar”, como también “enseñar a escuchar”. Quizá suena algo simple, pero ¿Realmente lo es? ¿Cuál es papel del educador o educadora en esta tarea? Un breve análisis de las consideraciones metodológicas que se deben tener en cuenta al momento de desarrollar esta habilidad serán esclarecedoras, y nos llevarán a la reflexión de la importancia del lenguaje oral, y del escuchar: se “escucha realmente” cuando se reacciona significativamente a lo escuhado.

Como se sabe, el escuchar es una habilidad lingüística que posee variadas dimensiones. Ahora bien, dependiendo de lo que escuchemos, de nuestras experiencias y de las circunstancia, este escuchar puede producirnos “placer” o “desagrado”. Este hecho conlleva a que los profesores y profesoras realicen un análisis de lo que se trabaja dentro del aula, por lo que tener en cuenta ciertas consideraciones metodológicas para mejorar estas habilidades es un paso inicial hacia el desarrollo del escuchar real, herramienta que los niños necesitan y que tiene derecho a desarrollar:

1) Debemos, como profesores, desarrollar una actitud positiva frente al escuchar, discutiendo con nuestros estudiantes acerca de la importancia de esto, como también reforzar buenos hábitos de escuchar. Para ello, el viejo refrán hace reflejo en esta tarea: “Primero se parte por casa”, lo que implica que nosotros como profesores DEBEMOS ser buenos oyentes de nuestros estudiantes.

2) Debemos generar situaciones que permitan desarrollar el escuchar, creando un clima y ambiente para hablar y escuchar con respeto y atención, motivando a escuchar y valorando los momentos de silencio.

3) Si se trabaja en un programa de desarrollo del escuchar y del lenguaje oral, se debe actuar conforme a lo que se exige.

4) El o la profesor/a debe aportar múltiples experiencias que permita enriquecer el vocabulario de sus estudiantes, visitando diferentes lugares, leyendo cuentos y descubriendo nuevas palabras, o incluso utilizando relatos de los propios niños sobre sus actividades diarias, lo que se transforma en algo significativo para ellos.

5) Es importante que generemos situaciones para que los niños conversen en horma libre, donde se proponga y se respete a cada uno de ellos.

6) Por último, se debe propiciar instancias que estimulen a los niños a tomar la palabra y sostener discusiones acorde a su edad. Ellos tiene mucho que decir y debemos fomentar un juicio crítico en ellos.

Otras consideraciones tienen relación con un aspecto, que a mí gusto, es uno de los más hermosos, y que además de lograr desarrollar en los niños el escuchar y el lenguaje oral, permite un goce estético y un disfrute del lenguaje estéticamente valioso, a saber, la literatura. Sin duda que la literatura realiza un gran aporte en el desarrollo de los niños debido a que produce agrado, desarrolla la imaginación, el pensamiento, el lenguaje, como también ayuda a comprender las conductas humanas, favorece el juicio valórico, estético y la creación literaria, además de permitir adquirir conocimiento y experiencias vicarias.

Como señala Paz Baeza y maría Cristina Solís en este artículo, la lectura de cuentos da lugar a un intercambio rico y complejo entre educador, libro y niños, y que la mejor forma de interesar a los niños en los libros es justamente leyéndoles frecuentemente.
Por ello es necesario que como profesores tengamos en consideración los siguientes aspectos:

1) Dedicar tiempo para seleccionar poemas y cuentos. Somos profesionales y por ende, nuestro trabajo es serio y debemos hacerlo con responsabilidad.

2) Al leer o narrar un cuento debemos ser excelentes narradores, pues tenemos la responsabilidad de introducir a los niños en el mundo de los libros. Tenemos que pensar también que la narración estimula el arte de escuchar.

3) Un punto interesante es el de rescatar la poesía y fomentar el gusto por leerlas y escucharlas.

4) Ahora bien, el punto anterior implica que el profesor o profesora deba ser un buen lector de poemas, realizando lo necesario para darle sentido y emoción a lo que se está leyendo con el fin de que existe una respuesta del oyente.

5) Por último, considerar la dramatización como una estrategia de alto valor educativo, y no considerarla como mero “teatro”. La dramatización es una representación de acciones dialogadas capaces de despertar el interés de los espectadores, lo que no necesita memorización, pues fomenta el uso espontáneo del lenguaje.

En vista de todo esto ¿Qué actividades podemos llevar a cabo dentro del aula? A este respecto, Mabel Condemarín propone trabajar con “Juegos Verbales”. Los juegos verbales son juegos con palabras, entre los que encontramos 4 grandes grupos: 1) Aliteraciones y rimas 2) Juegos con palabras 3) Adivinanzas y 4) Trabalenguas. Existen otros juegos lingüísticos tradicionales o CREADOS POR LOS MISMOS NIÑOS. La idea es dar énfasis en el carácter lúdico y creativo del lenguaje.

Recuerdo en mi infancia cómo algunos de estos juegos me ayudaron a desarrollar y enriquecer mi vocabulario, así como la fluidez de la expresión oral...Quien no recuerda el famoso “Pablito clavó un clavito ¿Cuántos clavitos clavó Pablito?”, o el que mi madre nos desafiaba a repetir por la última palabra “Con un puñal de acero me descorazonaré”. Y el penoso “Tres tristes tigres trigaban trigo en un trigal”. Sin duda que en nuestro tiempo aprendimos mucho con estos juegos, y lo mejor era que nos divertíamos. Y para que mencionar las adivinanzas, las canciones y muchos otros recursos. Pero es aquí donde me gustaría realizar mi reflexión, puesto que mucho de eso se ha ido perdiendo en nuestra tradición oral: Profesores, padres, apoderados, y en especial nuestros estudiantes, debemos mantener vivo este aspecto histórico de nuestra lengua. Al igual que Valparaíso, nuestra lengua y todo lo que respecta a la tradición oral es un “Patrimonio intelectual”, que está lleno de significado y de historia. Además, los juegos verbales permiten desarrollar variadas y ricas actividades de pensamiento y lenguaje oral y escrito, así que ¿Por qué no hacerlo?

Bibliografía

Baeza, P; Solís, M. "Desarrollo del escuchar y del lenguaje oral en NB1: Algunas consideraciones metodológicas"

Condemarín, M. "Juegos verbales"

Por un desarrollo del escuchar: oídos sordos

"Según el ideograma japonés que representa a la palabra escuchar, están implicados otros cinco ideogramas, los cuales en su conjunto dan significado a esta palabra: como se observa, el escuchar está más allá del simple oír, y sus componentes nos revelan un hermoso sentido del escuchar".

El escuchar es una habilidad lingüística básica, pues es la primera en desarrollarse. Sin embargo, la importancia que se le da es practicamente algo ínfimo, por lo que esta capacidad no se desarrolla adecuadamente. Sin reflexionamos solo un poco ¿Cuántas veces hemos escuchado en realidad? Si nos rigiéramos por el verdadero significado que tiene el escuchar, nos sobrarían dedos de nuestras manos.
¿Oír y escuchar es lo mismo? Como podemos apreciar en el ideograma japonés, esto no es así. Por una parte, el oír se refiere a la recepción física de las ondas sonoras a través del oído. Fisiológicamente necesitamos los oídos para escuchar. Ahora bien, escuchar incluye el oír, pero además, es la capacidad de recibir y responder al estímulo físico y utilizar la información captada a través del canal auditivo (Beuchat, C.) El escuchar entonces puede definirse como el proceso por el cual el lenguaje hablado es convertido en significado en la mente.
Si analizamos el ideograma expuesto en la imagen, veremos que el escuchar implica oír, pues como dijimos, necesitamos fisiológicamente los oídos para escuchar. Luego de ello está el ideograma "soberano", lo que implica que quien escucha de verdad, trata a otras personas como soberanos, es decir, es importante lo que el otro dice o hace. En cuanto al corazón, el escuchar implica prestar verdadera atención a la comunicación verbal, pero también a la no verbal. Esto implica darnos cuenta de los sentimientos que se pueden transmitir y que sin duda los podemos escuchar a través del lenguaje no verbal. "Escuchamos con los ojos": es cierto, pues una de las pruebas más evidentes, sin embargo no siempre se da, de que realmente se está escuchando cuando se establece un contacto visual. Con los ojos accedemos a confrontar aquello que vemos de la persona con aquello que oímos de ella. Y por último, atención no dividida, implica centrarse en la persona . Sin embargo, esto no impide que escuchemos ruidos marginales.
La descripción del ideograma no se limita a eso, y quiero destacar que escuchar según esto no impide que existan otras definiciones y otros aspectos que puedan contraponerse. Sin embargo, quise destacarlo pues me parece que debemos tomar conciencia que escuchar no es lo mismo que oír, y que sin duda necesitamos aprender a "escuchar" realmente.
Ahora bien, la profesora Cecilia Beuchat destaca 4 formas de escuchar:
1) Escuchar atencional: el auditor focaliza su atención en un estímulo para obtener información y participar en forma activa. Cabe destacar que esta forma de escuchar tiende a confundirse con el escuchar analítico, el cual veremos a continuación y el cual es necesario desarrollar en la escuela como prioridad, pero antes daremos un ejemplo de este tipo de escuchar: En los juegos olímpicos, se partirá la gran final de corrida: los atletas están escuchando atencionalmente la partida y ¡yaaaaaa!. Su reacción inmediata y activa demuestra que estaban atentos y pudieron comenzar su carrera.
2) Escuchar analítico: se lleva a cabo cuando debemos analizar lo escuchado para responder o resolver algo. Como vemos, va más allá de estar atentos a algún estímulo, pues implica "analizar". Por ejemplo, si algún amigo nos contara sus problemas y nos pide un consejo, debemos estar escuchando analíticamente, realizando análisis e intentando dar un juicio de valor frente a lo expuesto. Sin embargo, según mi percepción, es necesario desarrollar este tipo de escuchar, pues creo firmemente que en él radican los problemas de comunicación en la sociedad.
3) Escuchar apreciativo: se realiza por goce, por el simple hecho de disfrutar y deleitarse con o que se escucha. El objeto es gozar con la belleza del mensaje. Este es forma que más aprecio y me gusta: para las personas que compartirán mi gusto musical, por ejemplo, no hay nada más deleitante que escuchar una canción de Los Tres, un fin de semana, cuando tenemos tiempo de escuchar. O un lindo poema...Y para que decir de nuestra infancia, que nos gustaba escuchar las canciones de nuestras madres, o de quienes nos hacían dormir, por simple gusto. Y si no tuvieron esa experiencia, alguna vez hemos escuchado a alguien recitar un poema que nos recorre hasta los huesos, y cala profundo en nuestro corazón. Ese es el escuchar apreciativo.
4) Escuchar marginal: permite captar otros estímulos auditivos cuando el foco de la atención está centrado en un elemento específico. Por ejemplo, los días sábados cuando comienzo a estudiar en mi habitación, escucho los ruidos de las micros, las bocinas y los niños jugando en el pasaje de mi población.
Como hemos visto hasta este momento, el escuchar no es algo simple. Dijimos que es una habilidad lingüística que debemos desarrollar. Sin embargo, paradójicamente hacemos "oídos sordos", como dijera el dicho, y no prestamos atención a su gran importancia. Por ello, en el siguiente análisis de nuestros textos para este curso, veremos algunas consideraciones metodológicas para trabajar en el desarrollo del escuchar, pues el escuchar es el punto de partida para una serie de habilidades, incluso la lectura...Así que debemos reflexionar seriamente, y escuchar verdaderamente lo que se nos dice al respecto.
Bibliografía
Beuchat, C. "Escuchar: el punto de partida"

4 de septiembre de 2007

Conciencia Fonológica (ZDP) y aprendizaje inicial de la lectura: una íntima relación.

"En la lectura inicial, consideramos que el nivel de desarrollo de la conciencia fonológica es un indicador de la distancia-más o menos próxima-que traen los niños para el aprendizaje de la lectura y que debe determinar la intervención pedagógica del maestro" (Bravo, L)

Hoy en día, a través de diversas investigaciones, se ha llegado a un acuerdo que la conciencia fonológica es la zona de desarrollo próximo para el aprendizaje inicial de la lectura, de hecho, existe una relación mutua entre ambas. Pero ¿Qué es la conciencia fonológica? y ¿Qué es la Zona de Desarrollo Próxima que postuló Lev Vygotski? y ¿Por qué están estrechamente relacionadas?

La Zona de Desarrollo Próximo según Vygotski, se define como la "distancia que hay entre el nivel de desarrollo real de los niños y su desarrollo potencial, bajo la guía de un adulto (mediador). Ahora bien, el nivel de desarrollo real puede determinarse por la "resolución independiente de problemas" (citado en Bravo, L) La Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) se concibe como un área cognitiva dinámica del desarrollo, que se modifica producto de su propia naturaleza, además de tener una meta a alcanzar o aproximarse. En nuestro caso, la meta o desarrollo potencial es aprender a leer.

Por otro lado, según Sylvia Defior, la conciencia fonológica forma parte de la conciencia metalingüística o capacidad para reflexionar sobre la propia lengua. Entonces, se ha definido como la capacidad de ser concientes de las unidades en que puede dividirse el habla. Otros autores la definen como una habilidad metalingüística que consiste en "la toma de conciencia de cualquier unidad fonológica del lenguaje hablado. (Jiménez y Ortiz 2000, citado en Bravo, L). Como vemos, las definiciones apuntan a tener conciencia sobre las unidades básicas del lenguaje, que en nuestro caso son los denominados fonemas.

Hasta este momento tenemos las definiciones, pero entonces nos preguntamos ¿Cuál es la relación entre ambas? Pues bien, el profesor Luis Bravo explica en el artículo de esta semana que la relación que se puede establecer es que el desarrollo fonológico es el umbral mínimo del aprendizaje inicial de la lectura. Vygotski vio este hecho al expresar que en el proceso de instrucción "es necesario determinar el umbral mínimo en el cual puede empezar la instrucción". Este hecho es revelador, pues explica lo que buscábamos: la conciencia fonológica es la zona de desarrollo próximo para el aprendizaje inicial de la lectura, es decir, forma parte del umbral mínimo o si se quiere simplificar, la conciencia fonológica es el "motor de arranque" para un aprendizaje inicial de la lectura. Entonces, el nivel de desarrollo de la conciencia fonológica es un indicador de la distancia que traen los niños para aprender a leer, lo que se conforma como desarrollo potencial, dicho anteriormente.

Esta ZDP implica para el niño que está en condiciones de aprender a leer, dos componentes centrales: 1) El nivel de conciencia fonológica oral y 2) la interacción de los componentes escuchados de las palabras con el lenguaje escrito. Este proceso se efectúa con la ayuda de un mediador, que en este caso podría ser un adulto, pero es tarea principales de nosotros, los profesores ser mediadores de este aprendizaje, por lo menos hasta este momento somos responsables de este hecho.

Entonces vemos que la relación entre la conciencia fonológica y el aprendizaje inicial de la lectura forman una ZDP, donde podemos observarla como un área cognitiva dinámica, pues se modifica mediante la intervención externa y esto lo vemos en el proceso del desarrollo real al desarrollo potencial: 1) Se tiene conciencia de lo que representan las letras 2) se articulan palabras 3)se decodifica y 4) se lee.

Ahora bien, Sylvia Defior define ciertas tareas tipos que pueden ser orientaciones para medir las habilidades fonológicas, lo cual tendrá implicancias docentes y educativas. Estas tareas tipos son:

1. Duración acústica
2. Identificación de palabras
3. Reconocimiento de unidades
4. Rimas
5. Clasificación de palabras
6. Combinar unidades
7. Aislar unidades
8. Contar unidades
9. Descomponer en unidades
10. Añadir unidades
11. Sustituir unidades
12. Suprimir unidades
13. Especificar la unidad suprimida
14. Invertir unidades
15. Escritura inventada

También la autora nos da ciertas recomendaciones que deberíamos tomar en cuenta como profesores antes de iniciar cualquier tipo de tarea, más aún si están implicados nuestros niños. Las sugerencias para desarrollas estas habilidades fonológicas son:

1) Evitar utilizar un vocabulario técnico con los niños 2) Introducir tipos de tareas en función de su complejidad y acorde a la edad de los niños 3) Si es preciso, se debe dosificar la dificultad acorde a la edad 4) Se debe realizar correcciones retroactivas inmediatas 5) El material concreto se debe utilizar como apoyo para la realización de tareas y 6) Se debe utilizar todo tipo de recursos "lúdicos", que sean motivadores para los niños.

Reflexión

Como hemos visto, la conciencia fonológica es la Zona de Desarrollo Próximo para el aprendizaje inicial de la lectura, pero ¿Cuál es el sentido de saber esto? Pues como señala el artículo del profesor Bravo, y de lo cual estoy de acuerdo, es que existen implicancias educativas importantes de considerar. Para comenzar, la ZDP permite señalar un área de intervención pedagógica, pues sabemos desde donde "partir" para este aprendizaje. Implica un punto de concentración de los esfuerzos psicopedagógicos para que los niños involucrados rompan el código escrito y accedan a su significado, tomando conciencia de que las letras representan sonidos significativos y que permiten articular y manipularlas para formar palabras, entender su significado, para decodificarlas, y comenzar el aprendizaje de la lectura. Saber esto permite ver el nivel de desarrollo de los procesos fonológicos, y así elaborar estrategias de enseñanza de la lectura inicial. Es como diría Vygostki, que la Zona de Desarrollo Próximo permite empezar la instrucción. Yo lo veo de la siguiente forma: para comenzar a construir una casa, necesitamos saber cómo es el terreno donde la construiremos...Eso es la ZDP.

Bibliografía

Bravo, Luis.
"La conciencia fonológica como una zona de desarrollo próximo para el aprendizaje inicial de la lectura" (Artículo)

Defior, Sylvia. "Una clasificación de las tareas utilizadas en la evaluación de las habilidades fonológicas y algunas ideas para su mejora"